Enfoque más ecológico
Adoptamos un enfoque basado en evidencia para la sostenibilidad, con un enfoque en
generar un impacto a largo plazo en lugar de seguir las tendencias a corto plazo.
Aseguramiento de la calidad
El control de calidad es de suma importancia en LILYSILK, es por eso que todos nuestros
tejidos de seda
están certificados según el estándar internacional OEKO-TEX Clase 2. Esto significa que
nuestros clientes pueden confiar en que sus productos de seda son seguros, respetuosos
con
la piel y libres de sustancias dañinas. Dado que la seda es una fibra de proteína natural
producida
por el gusano de seda, el tejido es naturalmente biodegradable. En pocos años en el entorno
natural,
la seda se descompone en un compost rico en nutrientes para devolverle a la naturaleza.
Optimización del embalaje
El embalaje inadecuado contribuye a grandes cantidades de residuos y contaminación ambiental.
Es por eso que, además de nuestros tejidos, el embalaje de LILYSILK también se crea teniendo
en cuenta la sostenibilidad. En 2022, hicimos que el 99% de nuestro embalaje exterior sea
degradable, con el objetivo de lograr un embalaje 100% degradable el próximo año.
99%
actualmente, nuestro embalaje exterior es degradable
100%
para finales de 2026, nuestro embalaje exterior será degradable.
Embalaje ecológico
Nos comprometemos con el embalaje sostenible a través de numerosas iniciativas con beneficios ambientales.
Esto incluye simplificar los formatos, convirtiendo 120.4 toneladas de embalaje convencional en cajas
en bolsas de papel en su totalidad en 2023, lo que ha permitido ahorrar 227 árboles.
Nuestros materiales de embalaje cuentan con certificaciones de gestión forestal como FSC
para una explotación responsable de los bosques y Ecopure para pautas de uso de productos
químicos. Trabajamos exclusivamente con proveedores acreditados por SGS que cumplen
con estrictas medidas auditadas de impacto social y ecológico.
También hemos aumentado la adopción de plásticos biodegradables utilizando aditivos
orgánicos que aceleran el proceso de biodegradación del plástico en menos de 10 años,
en comparación con los 500+ años que tardan los plásticos convencionales.
120.4
toneladas de papel utilizado se ha reducido
≈
227
árboles
