Obtenemos nuestro material del pelo de cabra de Mongolia, una raza reconocida por producir las fibras más lujosas. Con una longitud de 34 mm y un diámetro de 15.5 μm (una sexta parte del grosor de un cabello humano típico), esta fibra notable cuenta con una suavidad excepcional. El proceso de recolección incluye una meticulosa recolección a mano, seguida de un lavado, peinado y clasificación exhaustivos antes de ser transformada en hilo. Este hilo se teje o se teje a mano meticulosamente y se tiñe de manera respetuosa con el medio ambiente. La naturaleza excepcional de esta tela radica en su notable retención de calor, sensación ligera y transpirabilidad, todo lo cual contribuye a su incomparable comodidad contra la piel.